EL CASTILLO



Si empezamos a descubrir la población por la parte alta, nos encontramos con los vestigios del castillo y su entorno fortificado. Los restos que quedan han sido rescatados y dignificados durante estos últimos años. Su entorno se ha cubierto de vegetación y los accesos hacia la cima se han pavimentado e iluminado debidamente. En medio de este recinto histórico-artístico se construyó el Colegio Público Albirka y las instalaciones deportivas escolares. A su lado hay un mirador arriba la pared más alta que queda del castillo. Desde allí se divisa un panorama sorprendente, con toda la plana de Urgell al pie y frente a las montañas del Montsec. La cordillera del Pirineo deja ver sus picos nevados, hacia el norte y hacia otro lado la sierra de Prades.

Si se baja por el lado del campanario se puede visitar el Museo Municipal, instalado en unas antiguas dependencias del Castillo. Allí mismo se ofrece una buena perspectiva del conjunto arquitectónico de la Iglesia Parroquial vista de la parte posterior, y de una parte de las murallas del Castillo, donde actualmente están los depósitos de agua del pueblo. Un poco más abajo encontramos unas arcadas características del casco antiguo.